domingo, 7 de junio de 2015

Al Hades juntos / Furia y vaivén / Este nosotros






Al Hades juntos



Vamos a descender juntos,
vamos a hundirnos.

Quiero seguir los pasos de Orfeo en pos de Eurídice,
y tocar nuestra lira de cartón
en presencia del señor de los abismos.

Vamos al fondo,
a bañarnos con la sangre de Medusa,
a despojarnos de este piel terrena,
y petrificarnos en un beso de pupilas.

Entra conmigo al laberinto y corta el hilo,
y si Asterio nos encuentra,
haré que sea dulce nuestro suplicio.

Prometeo desde su risco nos sonríe,
pues sabe que aquello que robó
está en buenas manos.

Vamos juntos,
vamos a buscar el vellocino,
vamos a Medea,
a pasear con Caronte por el Tártaro,
a volar sobre el mar con alas de cera.

Vamos a desbocar los caballos de Apolo,
al Olimpo o al Inframundo;
vamos a descender juntos al Hades,
vamos a hundirnos.

           



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Furia y vaivén



El psiquiátrico de tus palmas blancas,
la herida del costado de tus recuerdos,
los prodigios del valle de tu espalda,
las notas del sudor de tu deseo.

La furia del vaivén de tu cadera,
el vals de tus uñas en mi pecho,
mis silencios que acrecientan tu marea,
la daga de tu lengua en mi cuello.

El eclipse de piel de nuestros mundos,
la lascivia del canto de tus dientes,
la miel de la sonrisa de tus muslos,
el jardín de las delicias de tu vientre.

Los miedos que transformas en despojos,
la sala de espera de tus labios,
el Leteo en el fondo de tus ojos,
la explosión de las fronteras de tus manos.

La ropa que cae muerta y su misterio,
tu desnudez de manantial nocturno,
la calma en nuestros cuerpos-cementerios,
tu boca de cristal, mi aliento mudo.







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Este nosotros



¿Dónde estás mientras te pienso
y reconstruyo tus ojos?

¿Dónde?

Camino por la casa silenciosa,
y descubro ciertos rincones que exhalan tu olor,
y yo me detengo y aspiro,
y sonrío…

y te pienso y sé que todo está bien,
que poco a poco estás llegando,
y que yo,
poco a poco,
estoy quedándome en este nosotros.

No quiero saber nada más.
Es suficiente.

Esto es suficiente,
este nosotros sin promesas,
sin antes ni después,
sin aclaraciones ni certidumbres.

No quiero seguirte o que me sigas,
quiero domingos a tu lado cada día,
y si hay lunes,
seguiré queriéndote domingos.

Deséame,
Pinta con tus labios en mi cuerpo,
que yo escribiré sobre el tuyo.

Muéstrame tu piel
y pinta dunas sobre la mía.

Y quiéreme siempre,
siempre,
hasta que un día dejes de quererme,

que yo te querré siempre,


siempre…