La razón por la cual estas historias podrían parecer ficción, es la misma por la cual algunas historias de ficción parecen verdaderas. Nadie, por lo tanto, tiene razones para pensar que estas historias no ocurrieron tal cual las cuento. Nadie, tampoco, para pensar que sí ocurrieron tal cual las cuento.
lunes, 24 de octubre de 2016
Un día. O tres (contradicción #2)
Ojalá vinieras un día.
O tres.
Un día de octubre,
un día de enero,
y un día de junio,
y vieras cómo cambian los colores de estas calles,
cómo cambia el aire y los árboles,
el olor de los parques y los ocasos de cuento.
Ojalá vinieras un día
y bebiéramos café en Nowa Prowincja,
en Eszeweria,
en Café Szafe,
y te contara todo,
todo lo que no te dije en septiembre,
todo lo que aún no te he dicho,
y tú me dijeras, muy quedo,
que a veces no es tan malo el frío.
Ojalá un día vinieras
y habláramos hasta caer dormidos,
rodeados de esta calma que no puedo explicarte,
y entonces tú me dijeras, quizá,
que sí,
que estos colores,
esta calma y este aire
de verdad valen la pena.
O me dijeras, quizá,
que no,
que ni siquiera esto vale la pena.
Pero ojalá no vinieras,
ni en octubre,
ni en enero,
ni en junio...
...porque no sé qué pasaría.
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... ven a llegar a tiempo
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