miércoles, 16 de septiembre de 2015

Postales mexicanas II: ¡Viva México!






Hace un año estaba de visita en México y no sentía ningunas ganas de festejar el 15 de septiembre. Hoy estoy de nuevo fuera de México y el rollo de la independencia me asquea un poco. No tengo nada que celebrar; creo que México no tiene nada que celebrar, así que igual que hace un año, en lugar de escribir sobre lo maravilloso que es mi país, sobre su gente bonita, su cultura, sus playas y pirámides y comida y tradiciones, me puse a buscar en los periódicos locales del Estado de México, de Veracruz, de Baja California, de Querétaro.

Y ahí están, ahí siguen y van a seguir sucediendo todos los días mientras haya México y mexicanos. Son historias que en cualquier país civilizado asustarían, pero que en México son nuestro pan de cada día; peor aún, son historias que nos negamos a ver, y que negamos y escondemos ante el extranjero –y a menudo ante otros mexicanos-. ¿Qué van a pensar las visitas si ven este mugrero?

Y al igual que hace un año, estas historias no son ni las más violentas, ni las más inverosímiles, ni las más compartidas o leídas. Son sólo 5 historias de las últimas dos semanas, de lo que va de este mes patrio.

No son casos extraordinarios, aunque tanta gente se empeñe en verlos así, y en decir que eso no refleja lo que es México. Ese hombre ahogando a una niña en un hotel de Morelia hace 3 semanas –mientras otra persona grababa en video cómo la niña se ahogaba-, no es un caso único;  esa mujer en una guardería en Chihuahua quemándole los genitales a un bebé con agua hirviendo –también hace 3 semanas-, no es un caso extraordinario tampoco; historias así pasan todos los días en este país salvaje. Madres que matan a sus bebés, hijos que matan a sus padres o a sus amigos, gente torturando a otra, pasajeros linchando delincuentes, policías golpeando adolescentes para sacarles una confesión. Y quien diga que crímenes así son esporádicos, tiene una visión muy estrecha de lo que es México y sus habitantes; basta echar un vistazo a medios de comunicación locales para encontrar esa otra cara de México.

Y por hablar de esto, soy un muy mal mexicano –me lo dicen mis paisanos que se ofenden porque yo hable de cosas tan feas, no les vaya a herir la sensibilidad-, soy un malinchista, un pésimo embajador de México en el extranjero, un amargado que no sabe apreciar las cosas buenas de mi incomparable país. Y no sé qué me avergüenza más: si ese lado salvaje de mi país, o los mexicanos que se siguen empeñando en esconder nuestra mierda bajo la alfombra para que las visitas no se lleven una mala imagen de la tierra del tequila.

Pues lo siento, pero ni sus playas, ni sus coloridas fiestas ni sus majestuosas pirámides justifican que ocurran cosas como lo que le ocurrió a Evelin, y que sigamos diciendo ¡Viva México!

No tenemos nada que festejar.

Esto también es México:




-Ecatepec, Estado de México.

Un domingo en la mañana, dos hombres armados con cuchillos se suben a una combi de la ruta Ranchería-San Cristóbal, amenazan a los pasajeros y comienzan a quitarles lo poco que llevan: carteras, bolsos, anillos, relojes, teléfonos. En un espacio muy pequeño, los pasajeros comienzan a forcejear con los delincuentes, logran quitarles los cuchillos y los inmovilizan contra el suelo. El chofer detiene la combi y saca una cadena que lleva debajo de su asiento, con la que los pasajeros atan a los dos hombres. Comienzan a golpearlos.

Un pasajero incluso toma una foto y la sube a la página de Facebook Denuncia Ecatepec. Estas dos ratas nos querían asaltar pero ahora se los va a cargar la Chingada, escribe junto a la foto.

Continúan golpeando a los asaltantes hasta que uno de los pasajeros dice: hay que sacarles los ojos para que no nos identifiquen después y quieran vengarse
.
Y eso hicieron.

Les sacaron los ojos.





-Melchor Ocampo, Estado de México.

Yumari salió de su casa el domingo por la tarde. Dijo que iba a una fiesta y que en el camino se encontraría con una amiga, y que volvería antes de las doce, pero no volvió.

El lunes por la mañana unos vecinos reportaron que había un cuerpo tirado en la esquina de las calles Agustín Lara y Tlatelco. Era Lety, la amiga con la que Yumari había ido a la fiesta. Estrangulada y con visibles signos de violación.

La tarde del mismo lunes, en el barrio San Isidro, encontraron a Yumari. Muerta también, a 200 metros de la Presidencia Municipal.  También violada y estrangulada.

Yumari tenía 15 años. Lety los iba a cumplir en octubre.





-Tijuana, Baja California.

Patricia tiene 14 años y estaba embarazada. La semana pasada dio a luz en el baño de su casa –sus padres no estaban ahí y no quería ir al hospital-. No tuvo complicaciones durante el parto, y después de cortar el cordón del bebé, lo metió en una bolsa de plástico y lo apuñaló varias veces. Después salió y tiró la bolsa en un terreno baldío cerca de su casa.

Cuando sus padres volvieron, Patricia les dijo que había sufrido un aborto involuntario y que había perdido el bebé, pero al llevarla al hospital y ser interrogada, la chica comenzó a caer en constantes contradicciones hasta que finalmente aceptó que había parido a su bebé sin problemas y que en seguida lo había matado. Después acompañó a la policía al lugar donde había tirado la bolsa con el cuerpo de su bebé.





-Sonora.

La Procuraduría General de Justicia de Sonora ha anunciado que hay por lo menos 18 casos documentados de venta de bebés en ese estado desde 2012. Hay un funcionario implicado, Alfredo Arzate, coordinador de la línea telefónica Protege, organismo creado para reportar niños en situación vulnerable.

Hasta el momento hay 16 personas que se saben implicadas: funcionarios, un ex director jurídico de la Unión Ganadera de Sonora, personal de un hospital infantil que expedía actas de nacimiento falsas y varias parejas que compraron bebés.

Se ha anunciado también que hay otros dos casos documentados de venta de bebés; son chicos que ahora tienen 18 y 20 años.

Ninguno de los implicados ha sido detenido.

Los bebés tenían un precio de entre 4 mil y 8 mil euros.





-San Luis Potosí.

Israel y Angélica, ambos de 26 años, llevaban meses pensando separarse definitivamente a causa de algunos problemas en su relación. Tenían 3 hijas, de 7, 6 y 3 años, y no querían que ninguno sufriera por no tener la custodia, o que las niñas pasaran más tiempo con uno o con otro, o que se tuvieran que quedar con los abuelos. No sabían quién tendría la custodia, así que decidieron matarlas. Matar a sus 3 hijas.

Confiesan que durante días hablaron sobre la mejor forma de hacerlo y que pareciera un accidente. Pensaron envenenarlas, ahorcarlas, atropellarlas. Al final decidieron tirarlas a un aljibe justo al lado de su casa para que se ahogaran.

El día pactado Angélica llevó a las niñas a casa de Israel, les dijo que hicieran todo lo que dijera su papá, y las dejó con él en una habitación mientras ella se metía a otra. Después de unos diez minutos observó a su esposo salir con su hija mayor en brazos y echarla al aljibe, después lo vio hacer lo mismo con Noemí, de 6 años, pero cuando Israel estaba a punto de echar a su hija menor, de 3 años, Angélica salió corriendo de la habitación y lo detuvo.

Los padres sacaron a sus dos hijas del aljibe; Noemí aún estaba viva, pero Evelin, de 7 años, ya estaba muerta.

Las llevaron al hospital y dijeron que sus dos hijas habían caído accidentalmente al aljibe mientras ellos estaban dentro de la casa. Sin embargo, al realizar la autopsia a la hija mayor, se encontraron signos de violación.


Antes de echar a su hija de 7 años a un aljibe para que se ahogara, su propio padre la violó.














4 comentarios:

  1. No más hablas por hablar, Dios sabe por qué hace las cosas. Ahorita Evelyn es un angelito y está en un lugar mejor.

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  2. Pedir justicia y esperar que algún día se terminen estas acciones inhumanas, te parece hablar por hablar? Tu has de ser ese tipo de gente mierda que no acepta que estamos cada vez peor y que aplaude tanta inmundicia e imbecilidad. El que la niña haya muerto y ahora pueda ser un "angelito" no justifica ni absuelve a los padres de tal barbarie. Suerte de pendejo que eres.

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  3. así es Alejandro, inmersos en la mierda, ya vamos por el cuello

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  4. Y yo creí que con mi poesía era antipatriótico. Me la ganas pinche Alex! La próxima sí que voy a arremeter contra ese país de mierda, ya verás.
    R.III

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